lunes, 28 de mayo de 2012

Triatlon Popular de Madrid


26 de mayo de 2012
Después de aparcar y recoger el dorsal, me encontré con mi amigo Pedro, que había convencido a toda la family para asistir al evento. Estuvimos un poco hablando, pero él salía sobre las 10:45 y yo tenía que esperar hasta las 11:30 (que luego sería un cuarto de hora más). Luego saludé a Eva, su mujer y luego me encontré con mi prima María, que había ido para verme y sacar unas cuantas fotitos. Gracias de nuevo, por cierto.

Cuando ya estoy al borde del lago y pienso que tengo que nadar 750m, me da una sensación de pereza horrible. Se lo comento al tipo que tengo al lado: “¡Qué perezón,  ¿verdad?”, pero el hombre estaba más animado que yo y me dice que bueno, que para él esa es la peor parte porque en realidad es corredor y que la bici y sobre todo la carrera a pie las llevaba muy bien. “Yo también  soy corredor”, me apresuré a explicar, y de repente, “piiiiiiii”, y empieza a tirarse todo el mundo al agua. ¡Qué perezón!, pienso por última vez y me lanzo. 





Voy tranquilo. De algo tuvieron que servir las travesías aquellas en las que me metí hace dos años. Saco la cabeza cada cinco o siete brazadas para no perder el rumbo e incluso empiezo a adelantar gente. Estupendo. Llego a la tercera boya y veo que ya no hay más. Que de ahí, ya va todo recto hasta el pantalán. Ese es el momento en que acelero un poco.

Salgo del agua. Voy por la alfombrita azul que ponen para llegar a los boxes y de repente veo a María con mi móvil saludando y a punto de hacer una foto. Me doy la vuelta, saludando con la mano, y…¡zás! Resbalón… ¡Vaya leche! Acabo en el suelo estampado y con el gemelo a punto de montarse… menos mal que al final se mantuvo bien. ¡Pero qué torpe! Pienso. Esto es lo típico que le pasaría a Phil Dunphy (de Modern Family). 



Y nada, cojo la bici y a sumar kilómetros. Son tres vueltas de 7 km y pico, sumando entre todas, un total de 23 km. Aquí la bici es fundamental. Está claro que con una de carretera ganas mucho tiempo. El caso es que la tarde anterior había ido a probar la de María, pero resultó que mis zapatillas de spinning tenían otro tipo de calas, con lo cual no me servían. Así que finalmente, tuve que hacerlo con mi bici de montaña, que no está mal, pero evidentemente, para estas cosas acaba resultando algo pesada y lenta. Debí de tardar una hora en hacer los 23 km. Se hace algo largo, sobre todo en la subida por el cerro Garabitas, que son unos 4 km cuesta arriba, aunque hay que reconocer que trascurren entre pinares, por una de las zonas más bonitas de Madrid.

 
Y por último, 5 kilometrillos corriendo. Dejé la bici en los boxes y salí a la carrera, al principio despacito, para adaptar las piernas de un ejercicio a otro. Primer kilómetro cuesta arriba y segundo kilómetro cuesta abajo. Luego el medio que completa la vuelta es llano. En la cuesta abajo pienso que es el momento de apretar, pero… ¡calambre! Se me carga el cuádriceps derecho y pienso en parar. Al detenerme, la sensación es que se me está contracturando más, y empiezo a estirarlo, pero sólo lo justito que me permitía la pierna, la cual empezaba también a quejarse del bíceps. Consigo que la cosa vuelva a su ser y pienso que quedan apenas 4 km y que puedo aguantarlos incluso con los músculos contracturados por completo. Y eso hago. No puedo ir tan rápido como me hubiera gustado, no por la contracturilla, que era lo de menos, sino porque voy agotado. Tan sólo en el último kilómetro y medio aceleré algo el paso, pero nada destacable. No iría más rápido de 5’:30’’ por kilómetro. Y por fin, la meta.


Las sensaciones en general buenas. Era mi primer Sprint Olímpico y la verdad es que me lo pasé bastante bien. En los siguientes espero mejorar algo la marca (todavía no oficial) de 2h 02’, que marcaba el crono a la llegada (la diferencia tampoco puede ser mucha).

lunes, 21 de mayo de 2012

Entre series y nados


En pocos días haré el Triatlón Popular de Madrid, en la modalidad de Sprint (750m a nado, 20 Km en bici y 5 km corriendo). Últimamente, me veía lento como nunca. En las últimas carreras que he hecho a duras penas he bajado de una hora en 10 Km, cuando hace dos años, bajaba de esa marca con absoluta facilidad. La cosa está clara: me he vuelto lento. Entre parones varios y que uno no deja de ser un paquete, en lugar de mejorar, voy marcha a atrás. A todo esto hay que sumar algunos kilos de más que me han cogido cariño.


Por eso, de unos días a esta parte, he incluido en los entrenamientos series de 3 minutos. Primero caliento unos 10 o 15 y luego, me lanzo a la carrera, como alma en pena perseguida por cien demonios, todo lo rápido que puedo para aguantar 3 minutos. Y la verdad, todo lo rápido que yo puedo no deja de ser irrisorio para cualquier semi-profesional y no digamos profesional en toda regla, porque mientras esos tipos aguantan por debajo de 3:30 durante 10, 20 o 42 kilómetros, yo aguanto a velocidades entre 4:00 y 4:20 esos 3 míseros, y a la vez eternos, minutos, para acabar después de cada serie echando el bofe. La segunda serie la hago un poco más holgado. Digamos entre 4:30 y 5:00 y, la verdad, se nota. Empiezo a notarme cómodo a esas velocidades. ¡Pero ojo! Sólo esos 3 minutos de muerte. Luego repito la secuencia. Otra serie mortal, seguida de otra algo más floja. Y por último, una más de propina para completar las 5.


En días alternos o corro a un ritmo suave o me voy a nadar. En natación  me pasa lo mismo. Nado siempre al mismo ritmo, o sea, lento. Hago también series, si bien, procuro que no coincida con el día después de haber hecho series corriendo, para no forzar demasiado el corazón. Empiezo con 20 largos (otros días sólo 12) de calentamiento suave y a continuación empiezo haciendo 5 series de 100 y si me quedan fuerzas, otras 10 de 50, completando así 60 largos, aunque hay días que a mitad de las series de 50 m estoy que no puedo y tengo que dejarlo. Con todo eso, voy contando lo que tardo, por ver si mejoro. Y nada. Nadando voy siempre a 2 min/100m en las series de 100, y por encima de esa distancia más lento (en torno a 2:10, 2:15, haciendo 40 largos). También es cierto que dedico mucho menos tiempo a nadar. Últimamente, apenas un día a la semana, por lo que tampoco es de esperar una notable mejoría, pero al menos me sirve para cambiar el asfalto por la piscina y el impacto en las piernas, por brazadas.

lunes, 14 de mayo de 2012

Ducross de Villanueva de la Cañada






Otro ducross. Esta vez con un calor sofocante que sólo se aplacaba un poco al inicio, al pasar por el bosque de pinos. 
Había quedado con María (a quien no me costó mucho convencer de volver a hacer otro ducross), y con Pedro (a mi izquierda en la foto de arriba). La prueba empezaba a las 11:00h y para esa hora debíamos estar rondando los 25 grados. Quizás más. Pero bueno, un día estupendo para hacer deporte al aire libre. 

Empezábamos corriendo 4,5 km por un bosque de pinos. Salí rápido (para lo que yo suelo correr); hice el primer kilómetro en 4:50, el segundo también algo por debajo de 5 minutos, pero en el tercero ya empecé a notar las cuestecitas, que tampoco eran muchas, salvo un tramo de unos 500m, y un repecho al final de nada, pero hay bajé algo la velocidad e hice ese kilómetro en 5:30. El cuarto en 5:40 y de ahí a los boxes quedaban 500m que corrí manteniendo la velocidad.

Luego seguía con 15 km en bici. Yo pensaba que eran 20 o algo más, así que cuando vi que terminaba antes de lo previsto pensé que debía haber ido más rápido de lo normal... luego vi que no, para mi desilusión. Ahí pasé a unos cuantos.  No muchos, la verdad. Además, había un grupillo de gente a los que pasaba; luego me volvían a pasar; luego les pasaba de nuevo... El recorrido no era demasiado técnico que digamos, por lo que tampoco pude ganar tiempo en las cuestas abajo con curvas que es uno  de los pocos sitios en donde puedo hacerlo, por eso de haberme pasado la niñez haciendo el cabra con mi antigua bicicross. Y por último acabas haciendo otro tramo  de 2.5 km corriendo por el mismo bosquecillo que al principio. Ahí volví a adelantar a unos cuantos tipos que iban más desfondados que yo.

Acabé con una sed horrible, y eso que llevaba el barrilito de agua de la bici hasta arriba, pero con el sol y el calor, se había recalentado y durante el trayecto, sólo me sirivió para no deshidratarme, pero no para quitarme la sed.

María terminó en 1:16:31'; Pedro en 1:15:03 y yo en 1:22:20.

(En cuanto publiquen nuevas fotos, las cuelgo por aquí). 

Y nada más. La próxima cita en dos semanas en el Triatlon Popular de Madrid. Este año me he apuntado al Sprint Olímpico (750m a nado, 23km en bici y 5km corriendo).