lunes, 1 de marzo de 2010

La Media de la Latina (otra media conseguida)


Y ya van dos...

Tuvimos, los que corrimos, la suerte de que la lluvia nos dio tregua y amaneció un día bastante soleado, con alguna que otra nubecilla, pero ni mucho menos amenazadora.


Como todas las vísperas de carreras, dormí mal. No sé porqué demonios me pongo nervioso. Ni que fuera a ganar algo, o a perder algo, que también podía ser. Aquí siempre se gana. Ganas la satisfacción de llegar a la meta, hagas la marca que hagas, que a fin de cuentas, como no voy a estar entre los tres primeros, me da igual prácticamente la que sea. Bueno, igual, igual, no. Todo hay que decirlo. Siempre esperas superarte a ti mismo, por esa extraña manía que tenemos los seres humanos de la autosuperación y esas cosas, sin la cual, por cierto, no se movería el mundo. O al menos, nuestro mundo.

Dejando divagaciones a parte, la carrera estuvo muy bien. El recorrido empieza en Aluche y va bajando en paralelo a la Carretera de Extremadura para llegar a la Casa de Campo, rodear el lago y volver. La bajada fenomenal, claro. Aún así, fui prudente pensando que todo lo que bajase, tendría luego que subirlo y si me esforzaba demasiado en la bajada, en la subida me quedaría sin fuerzas. Hasta ahí bien. Bueno, hasta los 13 km, que es donde empieza la subidita. Antes había alguna que otra cuesta, pero no demasiado larga.


La primera parte de la subida en cuestión, se hace llevadera con eso de que en el kilometro 15 hay otro nuevo puesto de avituallamiento. Pero de ahí en adelante, la cosa empieza a empeorar, haciéndose la cuesta más empinada, hasta culminar en el kilómetro 17 y pico creo recordar. Poco más adelante ya pasas por debajo de la carretera en dirección a Aluche de nuevo y te encuentras con una cuesta abajo de las que dices: "esta es la mía, aquí aprieto y me hago 1:50 o menos", básicamente porque en ese momento llevaba casi 19 km.

Pero ¡no!, las piernas dicen que no. Me "cagontoloquevuela". ¡Me fallan las fuerzas! Y eso que a mitad del recorrido me había tomado el platanito de costumbre. Puedo seguir a paso normal, pero sin forzar demasiado. Aún así paso a unos cuantos colegas que van peor que yo, lo cual, quieras que no, siempre te da ánimo. Y enfilo el último kilómetro y medio. Joé, qué largo se hace. Intento apretar el paso, pero nada. La típica sensación que seguro que alguna vez habeis soñado de intentar correr y no poder. Pues eso. Las pulsaciones se mantienen en 150 y yo intentando elevar el ritmillo hasta las 160 o algo más. Pero nada... ahí seguía a unos 6 minutos largos el kilómetro. ¡Estas piernas! (Va a haber que hacer pesas para ganar resistencia).

Y por fin. Entro en el polideportivo de Aluche, ya en la pista de llegada a unos 200 m de la meta e intentando un último sprint que total... ya "pa ná". Y llegué.

Conclusiones:

- Hay que entrenar más cuestas.

- Hay que fortalecer las piernas.
- Me tengo que comprar un pulsómetro de esos que te dicen a qué velocidad vas, más que nada por no tener que ir fijándome en cuánto tardo entre un kilómetro y el siguiente, sobre todo, porque mi pulsometrillo es lo más simplón y no tiene mediciones parciales, y claro, ponerse a restar con decimales mientras corres, seguro que es lo más propicio para que te de flato


Nota: aunque marca 1.56, el tiempo neto fue de 1:54. Aún así, hay que mejorarlo...

Vídeo de llegada: http://www.corriendovoy.com/video.php?id=153&video=11627 (se me ve a partir del 1:56:43).