22 de abril de 2012:
No estoy todavía para correr maratones. A duras penas acababa
la Media de Madrid, veinte días antes, con una marca de 2h06’, es decir, a
ritmo medio de 6 min/km. Así que para no perderme el ambiente de la Maratón,
aproveché que se organiza una de 10 km que sale en paralelo a la grande hasta la
calle Padre Damián, justo , en donde los maratonianos siguen hacia Alberto
Alcocer, para luego retomar Castellana para arriba.
En ese punto, los diezmileros tiramos hacia el sur,
dirección parque de El Retiro. Hasta ese punto había ido despacito, intentando
no bajar de 5’:45’’ el kilómetro, pero justo al llegar a la Plaza de los
Sagrados Corazones, nos encontramos con la cuesta de Concha Espina. Si, la
misma de la salida de la San Silvestre. Ahí bajo el ritmo casi a 6’:30’’
animándome solamente con la vista de los corredores que bajaban de vuelta la
susodicha cuesta. Y a partir de ese punto de inflexión, todo cuesta abajo.