Antecedentes:
Había corrido la Maratón de París el 10 de abril, con una preparación de cuatro semanas, por culpa del esguince que me hice en Navidad, y de la Seguridad Social que se tiró dos meses para determinar que no tenía el menisco roto.
La semana de recuperación la mantengo más o menos, con la excepción de que salgo el viernes alrededor de 40 minutos con Mamen a trotecillo, y el domingo me marco 14 km en la Maratón de Madrid acompañando a María, con ritmos entre 5:10 y 6:00 min/km.
Y lo peor, a la semana siguiente, empiezo a meter series de velocidad, y no precisamente lentitas (para lo que yo corro), incluyendo algunas entre 4:00 y 4:30 min/km.