miércoles, 7 de julio de 2010

Triatlon de la Bellota

El Triatlón de la Bellota (26/06/2010):

Lo organizaba mi amigo Sergio con otros compañeros suyos del club Las Encinas de Boadilla y allí que estuvimos para seguir con esto del deporte veraniego Pedro, Miguel, Sonia y yo.

Para mí era el segundo, mientras que para Pedro y Miguel, creo que el primero. Y de Sonia... no sé... pero me suena que lleva unos cuantos.

Preparativos típicos... se me desinfla la rueda trasera de la bici por melón... (y menos mal que Miguel llevaba una bomba), colocación de las bicis en los boxes, camisetas en las cajas y listo.

He de decir que cuando nos lanzamos a nadar, cuando llevaba recorridos unos metros, me agobié. Intenté mantener la calma y nadar a buen ritmo. Pero el agobio de no ver en el lago, hacía que se me acelerase el corazón más de la cuenta, con lo cual no podía nadar todo lo rápido que hubiera querido. En fin... habrá que mejorar esto de los agobios.

Luego, cuando salgo del agua y cojo la bici, va y se me sale la cadena. Unos cinco minutos para ponerla (torpe que es uno, además de la falta de práctica), y ale, a pedalear. Las cuestas de tomo y lomo. Hasta un 20% de pendiente en algún punto. Aún así, pude recuperar tiempo e incluso alcanzar a alguno de mis compañeros triatletas. Y por último, la correndilla de unos 2 km, empezando cuesta arriba.

Un triatlon duro y a la vez divertido. Mamen y los niños animando como locos, junto con sus amiguitos que hacían lo mismo a sus respectivos padres.

Luego vino el duatlón de peques y luego el infántil, al que se habían apuntado Macarena y sus amigos.

El resto del día lo pasamos en el club, aprovechando el buen tiempo para estar en la piscina. En fin, un día estupendo en todos los aspectos.

Y para terminar, he de decir, que pese a ser un triatlón familiar, la organización fue estupenda. A nivel profesional.

El año que viene repetimos.

1 comentario:

  1. Anda con lo de la cadena!!!! Ya me imagino quién es la que la coloca cuando se le sale a los niños.....
    Menos mal que no fui, porque con lo que me agobié en el Lago, aquí hubiese perdido la afición para el resto de mi vida

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