Bueno, el día se levantó nubladete. Había quedado a las 09:00 con Sergio y Miguel, ambos ya expertos en esto de la media maratón e incluso, la maratón entera. Llegamos sobraos de tiempo y casualmente Sergio se encontró con otro amigo, David, también experto en el asunto éste del correr sin que te persigan.
Recogimos los chips y los dorsales y luego estuvimos dando una vueltecilla. Me aconsejaron que no fuera tan abrigado como iba. La cosa es que llevaba una camiseta de manga corta, una de manga larga de forro polar y un cortavientos. Finalmente, decidí dejar el cortavientos en el coche. Craso error. Debía haber dejado también la camiseta de forro polar y si apuras hasta el pantalón.
Un ratillo de calentamiento en el que gracias al forro polar de los … empiezo a sudar antes de tiempo. ¡Y ya! Pistoletazo de salida, acoplamiento adecuado de cascos en las orejas y ¡a correr! Ya les había dicho a los demás que fueran yendo… que ya iba yo detrás…si eso...
Y ahí que estaba, con la musiquilla de Cold Play (después venía Paul Simon, que correr al son de Kodakchrome anima), sonando y más de dos mil tíos corriendo a mi alrededor. Bueno, dos tercios de ellos delante de mí, más bien. Dos kilómetros después decido que efectivamente la camiseta de forro polar no es adecuada para mantenerme 21 km corriendo sin deshidratarme, y me la pongo a la cintura.
Como había estado entrenando con pulsímetro algunos días, sabía que en el rango de 150 a 155 ppm podía aguantar sin problema. Y eso hice. Primer avituallamiento, un par de tragos de agua y bien. Pasamos al lado de un muro y el día empieza a abrir.
¿Qué cosas pasan por la cabeza de un tipo que va corriendo una media maratón? Pues eso:
- “Qué bien, que va a abrir el día”;
- “Joder, un tío meando en el muro”;
- "Dumbi-dum, dumbi-dum, dumbi-dumbi-dumbi-dum,...";
- “¡Ojo, ese culito!”;
- "Este tipo no me adelanta"; y acelero un poco, claro, pero controlando el pulsómetro, por si acaso.
- Un poco más adelante: “Dejemos el culito, que va ‘mu’ rápido… cagonsu...
- “Qué bien, agüita fresquita” _mira que es complicado beber a la vez que corres con la nariz taponada, e intentando no resoplar con el agua en la boca… Vamos, cosas así, sin mucha importancia.
En un par de kilómetros, que es lo que te da para acabar el plátano, buscar una papelera, no encontrarla, ir un rato con la cáscara del plátano en la mano, coger el agüita fresquita del avituallamiento, beber mientras corres con la nariz taponada, intentando no resoplar, hasta que en un momento dado decides que a tomar viento fresco la cáscara de plátano _ojo, intenté acertar en una papelera a diez metros, con el correspondiente momento de expectación por parte del público adyacente, hasta que la susodicha cáscara acabó estampándose contra el suelo, ¡sólo a metro y medio de la papelera!_ y, ¡justo! Doce kilómetros. No hay nada como entretenerse con algo para que se te pase el tiempo.
Como íbamos en círculos, no por despiste, sino por eso de que el circuito eran dos vueltas a Getafe, en la segunda ya iba calculando lo que tenía que hacer para llegar bien al final, lo cual, quieras que no, también entretiene de lo lindo, pensando en la distancia que queda desde la fuente rarita de la esquina tal, hasta la meta, y desde la plaza patatín, hasta la susodicha fuente, y así, sucesivamente.
Y llega el momento en el que sólo quedan 5 km. Como voy bien todavía y no me ha dado ni la pájara, ni se me ha cortado la digestión, ni estoy echando el bofe y acabo de adelantar a otro menda, con el consecuente regocijo (estuve tentado de decir algo a alguno pero como no les conocía, decidí callarme), decido aumentar las pulsaciones a 160 _ahí, ¡dando el todo por el todo! (Es coña, podía haber corrido muuuuucho más y haber llegado a la meta y echar allí hasta la última papilla delante de la cámara. Pero nada, que me rajé). Y bien. A 160 ppm uno va bien.
Sigo adelantando peña, y cuando estoy ya en la recta final, llegando ya al polideportivo, veo a Mamen y a Macarena. Mamen sacándome en vídeo y Macarena toda orgullosa de haberme encontrado entre tanta gente y gritando ¡papá, papá! ¡Qué emoción!
Y nada, entro en el polideportivo, enfilo la recta final y un menda que intenta pasarme justo en ese momento. ¡Anda ya! Pienso para mis adentros y cojo y acelero y le paso y sigo hasta que cruzo la meta…. ¡Por fin!
Marca: 1:52:51. Minutos por kilómetro: 5,3 (largos). Paso por el km 10 a los 54’:51’’.
Miguel hizo 1:32 y Sergio, 1:45.
Vídeo de la llegada a meta: http://www.corriendovoy.com/video.php?id=141&video=10630
Clasificaciones: http://www.atletismoartyneon.com/getafe2010.pdf
Hasta la próxima.
Promociona a Emilene, junto con tus hijos; puede ser una buen opción.
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