lunes, 21 de junio de 2010

Norte vs. Sur

Y una vez más, la carrera Norte vs. Sur. Esta vez me apunté por el sur, más que nada por el color de la camiseta. La del norte era amarilla y en verano, se pegarán todos los mosquitos.

Aquí estamos los colegas foreros, Gata Veloz,Tomealjas y yo, minutos antes de la carrera; yo con cierta cara de "empanao", dicho sea de paso.

Bien, esta carrera, para el que no la haya hecho nunca, es una buena forma de iniciarse en los 10 Km, en tanto que una buena parte del recorrido es cuesta abajo, a excepción de algún repecho en Pío XII, Serrano y poco más, y la temida cuesta del Ángel Caído (Paseo de Fermín Nuñez) en el Parque de El Retiro.

Este es el segundo año que la corro y la marca casi igual que el año pasado, 50:04. El año pasado hice 49:55. En fin... sigo abonado a los 50 (o más) en 10.000m, con un ritmo medio de 5'/km. ¡Qué le vamos a hacer! Mira que me esfuerzo, pero nada... Tendré que cambiar los entrenamientos y aumentar la velocidad, aunque sea en trayectos mucho más cortos.

Mientras no consiga mantener el ritmo de 4:30 durante un buen rato, no hacemos nada. Pero bueno, así tengo otro reto más. No sé si lo conseguiré... pero por intentarlo que no quede.

lunes, 7 de junio de 2010

I Triatlón Popular de Madrid.

Tal como cuenta mi prima María en su blog de Facebook, un par de semanas antes, tras la carrera África Vive, estuvimos asomándonos al lago y sopesando la posibilidad de participar en el triatlón que se avecinaba. ¡Uf! ¡Qué repelús meterse ahí! Pensamos los dos, así que nada, pensamos que en otra ocasión sería…

Dos días después, me llama María para decirme que ya se había apuntado, y como yo, a la que me pinchen un poquito, estoy metido en el ajo, no dudé en apuntarme, previa consulta familiar, por si acaso había algo para ese día.

Y llegó el día. Este año, por distintas razones, había dejado algo de lado la natación, y evidentemente, dos semanas no dan mucho de sí para retomar la forma. Pero bueno…
Llego con Mamen, los niños y hasta la perra, a la Casa de Campo. Aparcamos, saco la bici y me adelanto para ir cogiendo el dorsal. Me encuentro con María y Ramiro, que ya estaban bien adelantaditos en la cola, y así, haciéndome el despistado, me uno a ellos como quien no quiere la cosa. Un calor de justicia. Un solazo digno de pleno verano. Y allí estamos.

Al rato llega Sonia (la madre de Alejandro, un amigo de Macarena del cole, a la cual había enviado yo la convocatoria), con una amiga. Presentaciones de rigor, y a esperar. Sobre las 18:30 ya nos disponemos en los “boxes” en donde hemos dejado las bicis, y el resto de cosas y los organizadores indican que del 1 al 130 vayamos, en orden de a uno, como en la mili, en dirección al lago.

Notaba mi corazón algo acelerado, supongo que por la novedad. Nos disponemos sobre los flotadores. Miro para atrás y veo a Mamen, los niños, la perra, Ramiro y mis tíos (los padres de María), y a mi prima Belén, todos animándonos.

El chaval que tenía al lado me pregunta si es la primera vez que hago algo de esto. “Pues sí”. “Nada, no te preocupes. A lo mejor al principio te agobia algo la gente, te llevas alguna patada, pero nada. Tú a tu rollo”. Y pistoletazo de salida.
Empiezo a nadar a crall. Al principio bien. A un ritmo constante. No me doy cuenta de que estoy nadando recto, en lugar de ir hacia la boya, como hace la mayoría de la gente. Cuando llevo unos 100m, levanto la cabeza y me doy cuenta de que me he despegado del “pelotón”. Intento acortar distancias, nadando en diagonal, pero vuelvo a perder algo el rumbo. Lo retomo de nuevo, pero al pasar la boya ya voy en cola. “Menudo crack estoy hecho”, me digo a mí mismo. Total que aprieto y enfilo en dirección hacia el muelle de vuelta. Cuando salgo del agua, detrás de mí no habría más de 10 personas.

Salgo del agua y veo que todo el mundo va pitando a por la bici. “¿No nos llevan andando tranquilamente como al principio?” _me digo a mí mismo. Pues va a ser que no. Llego a por la bici “matao”. Me calzo, cojo, la bici y a rodar. Al poco tiempo de salir, me encuentro con la familia animando: “Vamos, Joaquín”, acompañado de unos cuantos ladridos estridentes, que supongo que querrían decir lo mismo en “perruno”. Y para arriba. Cuesta “Garabitas” o algo así, que se hace eterna, sobre todo con mi “super mountain”, que pesa un quintal. La cuesta no se acaba nunca. Empiezo a tener sed. Muuuuuucha sed. Pero nada. No hay avituallamientos, como es lógico, por otro lado. Y por fin empieza la cuesta abajo. Llego ya bastante “perjudicado” a la zona de intercambios. Oigo de nuevo los ánimos lejanos de la familia y el perro, y cuando voy a salir a la carrera, escucho el grito de Mamen: “¡Quítate el casco!”

Empiezo a correr. Noto que no tengo fuerzas, pero bueno, son sólo 2km. “¡Adelante!” Saco fuerzas de donde no puedo, me pasan un par de zagales cagando virutas, literalmente, y el propio orgullo me da las fuerzas que me faltaban para correr a un ritmo razonable. Por fin un avituallamiento. Me paro un momentito para echar un trago y salgo otra vez. Ya me siento algo mejor… pero no mucho. Nos espera una cuesta de unos 800m. “Esto no es nada” _me animo a mí mismo. Y en menos de lo que esperaba efectivamente, damos la vuelta, enfilando la susodicha cuesta hacia abajo, para, en pocos minutos, estar llegando a la meta, en donde, de nuevo está la familia animando y la perra ladrando a todo el que pasaba.

¡Y por fin! Tiempo total: 50 minutos. Como unos 10 minutos más que María. Y poco más que Sonia. Voy a tener que entrenar más y sobre todo, acostumbrarme a nadar en aguas abiertas, que hoy por hoy, desde luego que no es lo mío…


martes, 1 de junio de 2010

La de Liberty Seguros, versión 2010

Había quedado con gente del Foro de Atletismo, justo bajo la “pedrola” de la Plaza de Felipe II. Un buen sitio para quedar, si no hubiera sido porque otras 400 personas decidieron hacer lo mismo… En fin, la idea fue mía. Por suerte, me encontré con “Gata Veloz” en seguida y al ratillo apareció “Tomypeck” (es que la gente de los foros suele usar nicks cuanto menos curiosos). Tomypeck había quedado con más gente del curro y se tuvo que ir, pero al ratillo apareció Tomealjas con su sobrino.

Había alguno más que iría a la carrera pero que con el gentío acabó sin encontrarnos, como “letrapi” y “Lennon_ab”. Bueno, hay muuuuuuchas carreras. (Cada vez más, de hecho).
Ahí estuvimos intercambiando impresiones, comentando el calorcito que íbamos a pasar y nada, nos dirigimos hacia el mogollón de salida. Con tanta gente, era fácil que nos perdiéramos de vista antes de empezar, y así se lo dije a mis colegas, deseándoles a todos buena carrera.

Empieza con una buena cuesta abajo, saliendo desde Goya hasta coger Castellana, en donde se cambian las tornas y la cuesta se hace hacia arriba. Como siempre, salí estupendamente. Mantuve un ritmo de 4:40 hasta el kilómetro 4, más o menos, pero de ahí hasta el 6, fui disminuyendo el ritmo paulatinamente. Justo pasando el kilómetro 5 se llega al Bernabeu y pasando la Plaza de los Sagrados Corazones, Concha Espina en dirección Príncipe de Vergara, que es una buena cuesta, con el agravante de tener el sol de frente y un calor que no veas.

Y llego a Príncipe de Vergara. Llevo perdidos más de dos minutos para hacer los 50 deseados, por lo que o corro al ritmo de 4 minutos el km durante otros dos minutos, cosa que me hubiera dejado para el arrastre, o me limito a intentar no perder más tiempo, y si acaso arañar algunos segundos en la cuesta abajo que va desde la Plaza de Cataluña hasta el cruce con López de Hoyos. Luego sigue la cuesta, pero ya menos inclinada.

Y así llego a Goya, en donde los últimos 300 me de carrera, más o menos, son de dolorosa cuesta y sol de frente otra vez. A unos 200 m de la meta pego tirón (no sé para qué, pero bueno) y llego sprintando para hacer una marca a la que parezco haberme abonado: 52:44.