Había pasado una noche de perros, nervioso perdido, como si me estuviera jugando revalidar el título mundial o algo así. No me entiendo a mí mismo. El caso es que sobre las cuatro de la madrugada Mamen se despertó y recuerdo que le dije que todavía no me había dormido. No sé qué demonios le pasa a mi sistema nervioso, pero debe creerse que voy a competir contra los keniatas o algo así.
Mi intención no era otra que la de acabar sin caminar, dentro de un tiempo medianamente aceptable.
Y dieron el pistoletazo de salida. Nos despedimos, deseamos suerte y para adelante. Pongo la música en el móvil y a correr. Primeros 3 kilómetros bien. Paso en el minuto 16 y me digo a mí mismo, vamos bien (es lo que tiene la cuesta abajo de Diego de León), y sigo así hasta llegar a la calle Almagro, en donde aminoro la marcha, en post de llegar bien al kilómetro 10. Por Santa Engracia, pasamos junto al parque de bomberos, los cuales, amablemente refrescan al personal.
Desde ahí a Plaza de Castilla es todo prácticamente cuesta arriba. Y llego al 10 petao… ¡demonios! Menos mal que poco antes (desde el 9 más o menos), vamos en cuesta abajo. Intento recuperar aprovechando la cuestecilla, pero no me noto fino. Llegamos a Pio XII, repechillo jodido, falso llano, otro repechillo menos acuciado y ya estamos en el San Rafael. Ahora tocan buenos kilómetros cuesta abajo. Recuerdo que hace dos años, ese fue el punto en el que salí zumbadete. Ahora no puedo. No estoy igual de forma.
Seguimos Serrano hasta Diego de León, en donde una nueva cuesta arriba acaba por dejarme sin fuerzas, pero bueno, psicológicamente el ver El Retiro a lo lejos al doblar ya por Príncipe de Vergara ayuda. Pasamos Juan Bravo. ¡Venga, son dos minutos más hasta el Retiro, como mucho! Y ahí está. La gente agolpada animando. Subidón. Miro a los lados intentando divisar a la familia, que este año se han animado a venir a animarnos. Y en torno a la mitad de Menendez Pelayo oigo un lejano: ¡Papá, papá, ánimo! Y veo a Macarena y a Mamen saludando. ¡Qué bien! Y ahora ya solo queda bajar hasta Alfonso XII. Todo cuesta abajo. Intento apretar el ritmo pero no puedo. Ya si que no me quedan fuerzas. Si acaso las justas para llegar a duras penas a la meta.
Y empieza lo peor. Apenas dos kilómetros de subida. Paso frente a la entrada del parque que sube por la cuesta de El Ángel Caído. Este año, por suerte, han quitado la infernal cuesta del recorrido, pero en su lugar hay que bordear el Retiro por Alfonso XII y Alcalá. No puedo más, pero no ando ni un paso. Sigo corriendo. Malamente, pero corriendo. Me intento relajar, pero ya los únicos pensamientos que tengo son: “¿Cuándo se acaba esto?”
Y entramos en El Retiro. Voy literalmente reventado. Ni siquiera puedo hacer lo de otras veces de esprintar (tontamente, dicho sea de paso) en los últimos 500 metros. Me limito a seguir corriendo, supongo que en torno a los seis minutos y medio por kilómetro. Y veo el arco de llegada. Ahí saco algo de fuerzas para acelerar un poco. De nuevo la “family” animando y … varios segundos más …. pocos metros… y por fin…. Cruzo la meta en 2:06 de tiempo neto.
http://www.corriendovoy.com/video.php?id=562&video=39649
En t = 1:12:31 en el lado izquierdo. Al otro lado justo, se puede ver a Sonia entrando casi a la vez con una camiseta blanca.
Lo anecdótico de la carrera, el tiempazo de Javier Enriquez, que habiendo entrenado tres semanas, va y nos gana a todos, con una marca de 1:41, a la que ni en mis mejores tiempos me he podido aproximar. Así que nada, la conclusión a la que llego es que efectivamente, hay gente que está predispuesta genéticamente para el deporte, y otros… bueno, supongo que para otras cosas.
Jejeje, a estas alturas con nervios pre-carrera!!!
ResponderEliminarObjetivo conseguido!!! Muy bien!!!
Besos,
María
Llego aquí por casualidad.
ResponderEliminarEstupenda experiencia. Cuando ves a la familia el ánimo se pone por las nubes… ni geles ni demás mandangas :)
¿Estarás el 22 en la salida?
Buenas, commedia. No había visto tu post. So sorry. Siempre respondo a todo el mundo. Pues si, estuve el 22 en la salida de los 10k. Me quedé con las ganas de la maratón, pero todavía no tengo el cuerpo para ello.
ResponderEliminarUn saludo.
Tiempo al tiempo, ya verás :)
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