lunes, 20 de diciembre de 2010

Y otra vez Patones...

Patones 11/12/2010
Un año más el tiempo nos acompañó en el ya tradicional Cross de Patones. Llegamos a las diez, recogimos el dorsal y listos para empezar a calentar. No he corrido otros cross, con lo cual no tengo con qué comparar, pero a mí, éste me parece una carrera durilla.

Como siempre, había me hecho una estrategia y como siempre, no la seguí. O al menos no al cien por cien. La cosa fue que como las semanas anteriores había estado haciendo series de velocidad, cuando pasé por el segundo kilómetro, llevaba apenas 9 minutos, con lo cual de media debía ir entorno a los 4:30 el kilómetro. “Bueno, vale, no voy mal”. Poco antes de la subida aminoré un poco, pero a mitad de la misma me desfondé y me tuve que parar un par de veces, una de ellas aprovechando el avituallamiento.

Hago un tiempo de 1h 04 min 55 seg. Vamos, 65 minutos, redondeando, lo cual significa que he mejorado 2 minutos respecto al año pasado. Sonia 1h:13’, un minuto menos que año anterior. Queco ha mejorado como unos 4 minutos, y Miguel, “el peor”… (con retintín, claro está). Sigue afincado a sus 56 minutos y pico, con una velocidad media en torno a los 4’:40’’ min / km.

Luego corrieron los peques, que es otra de las razones por las que venimos a Patones; por lo bien que se lo pasan y para terminar, nos tomamos unas chuletillas de las que daba la organización, de aperitivo y nos fuimos a Patones de Arriba a comer.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Música que oigo últimamente mientras corro

Muchos corredores llevamos casquitos con nuestra música favorita mientras corremos. Algunos otros son de la opinión contraria, aduciendo que pierden el ritmo de carrera, al mezclarlo con el de las canciones. Evidentemente, a mí eso no me puede pasar nunca, más que nada porque nunca he llevado bien el ritmo. Bueno, alguna vez si, pero solamente si es tocando una canción en un compás binario, sin demasiadas variaciones y sin cantar. Lo otro podría llamarse virguerías acústico rítmicas, en compases mixtos, o lo que viene a ser, desde el punto de vista musical, perderse en el tercer compás.

Por lo tanto, puedo correr sin problemas lleve la música que lleve. Desde “Los Sonidos del Silencio”, de Simon y Garfunkel, hasta lo último de Cold Play, que dicho sea de paso, descubrí al intentar vacilar a mi amiga Ana sobre conocimientos musicales. Hay que reconocer que es imposible vacilar a alguien en estos aspectos, si tiene sobrinos adolescentes. Aunque en mi caso, reconozco que pese a mi gusto por la música, la variedad de grupos que he escuchado en mi vida es muy pobre.

Pero bueno, nunca es tarde si la dicha es buena, como dice el refrán, y por tanto, aprovechando mis salidas a correr, me he agenciado un mp3 nuevo que me permite ir poco a poco indagando sobre la historia y la variedad del pop-rock contemporáneo.

Así recientemente, he redescubierto a Bruce. Bruce Springsteen, “el jefe”, y en particular una curiosa canción que comienza con un piano, al principio con armonías más bien clásicas, para luego ir desarrollando otras bastante más modernas, entre blues y jazz, y finalmente dar paso a una guitarra acústica que entra con un punteo y a continuación pasa a u marcar el ritmo de la canción.


Dejo aquí el link para quién quiera escucharla:
New York City Serenade (Bruce Springsteen)

jueves, 2 de diciembre de 2010

¿Por qué corro?

En el foro de atletismo un tío hacía esta pregunta: ¿Por qué coñ* corréis? 

Una de las respuestas dice: "Para mantenerme cuerdo en un mundo que cada día está más loco".
Otra: "Como decia la canción: porque me gusta y porque me divierteporque me gusta y porque me divierte" 
Otro contaba: Corro,porque estoy sano... corro,porque me gusta la sensacion de libertad por caminos impracticables y solitarios....corro porque me gusta como corro.... corro......porque siempre he corrido.
Otro más: "Al principio corria para adelgazar. Ahora adelgazo para correr". 

Y así unas cuantas, hasta que me planteé yo una respuesta:

A mí es que me vienen persiguiendo...

No, en serio. Empecé por adelgazar. Y de hecho lo conseguí notablemente ¡16 kilos! Luego, dejé de fumar, y el hecho de correr hacía que me olvidase de las caladas a cada paso que daba. Empecé a apuntarme a carreras populares y empecé a competir contra el tiempo. Empecé a buscar sitios nuevos para correr, a conocer gente, a compartir carreras. Empecé a sentirme cada vez mejor, a calcular tiempos de carrera, a saber qué es eso de minutos por kilómetro o nombres tan raros como MAPOMA.

Hice un foro (Madrileños por el foro), empecé a aprender de los demás, a compartir experiencias, a hablar de pulsómetros, frecuencias cardiacas, pruebas de esfuerzo, sensaciones, y un sin fin de cosas más.

En definitiva, corro porque ya no puedo parar.
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Eso es lo que puse en el foro. Pero luego, dándole más vueltas al asunto, he encontrado otra razón más, que no es otra sino lo bien que nos lo pasamos en la Maratón de Atenas y que espero poder repetir durante los próximos años, mientras el cuerpo aguante y los médicos no digan lo contrario, mejorando aunque sea un poco para llegar a la meta sin andar.